En una encuesta reciente sobre parejas se preguntaba a uno de los miembros si su pareja presentaba una actitud generalmente de “pasota” y cuántas veces tenían la sensación de ir detrás de ell@s para que la relación funcionara. Los resultados de dicho cuestionario revelaron que más del 30% de los encuestados tenían novi@s con apego evasivo. Y el 80 % de los que se sentían dentro de este tipo de relaciones son mujeres. De hecho cuando era preguntado el hombre una respuesta típica era: “es mi novia la que insiste más que yo en iniciativas sobre nuestros encuentros”. Encuentros nos referimos tanto a las veces que se ven como las actividades que hacer.
¿A qué nos referimos con APEGO EVASIVO?
El apego evasivo no es una enfermedad mental, pero pueden hacer infelices a las personas que lo padecen y sobretodo, a las que tienen al lado que un proyecto de vida con ellos. A menudo son juzgados como personas dejadas, frías y poco empáticas, pero si algo nos ha demostrado la ciencia de la Psicología es que hacer juicios tan simples como esos podrían llevarnos fácilmente al error.
El apego es un efecto que se produce en los primeros siete meses de vida, cuando el bebé necesita sentirse amado, mirado y protegido. Si los papás, y principalmente la madre, no atiende bien estas necesidades de su bebé, en ese mismo momento se crean unos mecanismos de autodefensa y desconexión emocional que pasarán imperceptibles a los ojos de sus cuidadores pero ser hará latente cuando ese niño sea adulto y forme relaciones íntimas como por ejemplo con su pareja. Esos mecanismos de autodefensa y desconexión emocional tiene que ver con creencias muy profundas sobre su papel en las relaciones. El grado de carencia y el refuerzo de esta privacidad en sus experiencias posteriores de niño y adolesceteserán determinantes para definir la capacidad de implicación del adulto en sus relaciones de pareja. Determanará su identidad relacional.
El tipo de personalidad acaba siendo un perfil impasible, que no valora las buenas acciones de sus parejas. A menudo intenta alejarse de ellas cuando siente que la relación va enserio. Estas personas pueden ser felices a su manera, pero jamás construirán unos lazos afectivos profundos y fuertes. El gran riesgo de vivir en el autoengaño escondiéndose detrás de la excusa de que los demás son demasiado intensos y/o demandantes en las relaciones. Se rinden ante las relaciones porque no se ven capaces de satisfacer a su pareja y perciben más tranquilidad en la soledad antes de agotarse a consecuencia del esfuerzo que les causa mantenerse en las necesidades que requiere una relación de calidad.
En nuestra clínica hemos tratado multitud de parejas con este problema. Aunque sí es verdad que la mayoría de los casos no son conscientes de su problemática y es la pareja la que les empuja a buscar a un profesional. Cuando la persona se da cuenta enseguida desea pasar de un apego evasivo a un apego sano para aprender a amar y a ser amado como un adulto. Cuando vienen a consulta nos cuentan que las pautas de recomendaciones encuentran en sitios por internet pueden ser difusas y ambiguas.
Nuestra experiencia nos dice que es necesario que la persona con apego evasivo se le acompañe a crear una narración coherente y justa de su pasado, de esa forma entenderá por qué se sintió abandonado, o por qué no confía en nadie salvo él mismo. Sus mecanismos de autodefensa empezarán a caer y así afrontará sus problemas desde un punto diferente que no sea desconectando a nivel emocional. Aprenderá a confiar y a apoyarse en las personas cercanas y valorar relaciones íntimas como es una relación de pareja.
Nuestros psicólogos publicarán en breve diversas estrategias que puedes iniciar un proceso de cambio. Si el daño en tus emociones ha sido más profundo será necesario acudir a terapia de pareja en Madrid para que te aporten las herramientas necesarias y así construir tu nuevo apego sano.