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Nuestra querida Itziar García, estudiante que está a punto de terminar sus prácticas clínicas con nosotros, responde en este artículo a una pregunta que todos deberíamos hacernos:

¿POR QUÉ LAS PERSONAS NECESITAMOS Y/O BUSCAMOS LA APROBACIÓN DE LOS DEMÁS?

¡Qué gran trabajo!

 

Abraham Maslow ya señaló que los seres humanos tenemos una jerarquía de necesidades que abarca desde las necesidades de supervivencia y seguridad de nivel más bajo, hasta la autorrealización en el nivel más alto, pasando por la afiliación y el reconocimiento que sitúa en el cuarto nivel donde incluye aquellas necesidades relacionadas con el autorreconocimiento, el éxito, la confianza, el respeto y la autoestima (Woolfolk, 2010).

Todas las personas necesitamos en alguna medida la aprobación de los demás. La deseabilidad social forma parte de nuestra naturaleza y satisfacerla contribuye a nuestro bienestar. Todos nacemos con la necesidad de mantener una relación, necesitamos tener por lo menos a una persona en nuestra vida que nos conozca, que esté a gusto con nosotros, a la que le gustemos. Cuando esta necesidad no se ve satisfecha o llega a ser excesiva, es cuando se pueden empezar a originar problemas. Incluso cuando existe un desequilibrio, las consecuencias negativas van dejando huella en nuestro autoconcepto y autoestima, distorsionando la manera de valorar y juzgar nuestras percepciones y experiencias emocionales, pudiendo acabar condicionada nuestra forma de actuar.

¿Cuándo hablamos de “necesidad excesiva de aprobación”?

La necesidad de aprobación excesiva se define como la tendencia de la persona a juzgar su autoestima en función de las reacciones de las personas ante ella, es decir, su valía se encuentra condicionada a la aprobación de los demás. Las personas con una excesiva necesidad de aprobación tienden a verse imperfectas de algún modo y, por tanto inaceptables para los demás. Generalmente, esas imperfecciones forman parte de su sistema consciente de creencias y constituyen una parte básica de su autoestima. Ese punto de vista selectivo hace que estas personas busquen y hallen continuamente evidencias de su inferioridad en cualquier situación en la que se encuentren, confirmando así la creencia errónea de que son deficientes e inaceptables. Todo este proceso tiene más probabilidades de poder acabar desembocando en un incremento de desarrollar síntomas depresivos y ansiosos.

¿Cuál podría ser el origen de estas creencias erróneas?

John Bowlby, médico y psicoanalista inglés, plantea la necesidad de que el niño pequeño tenga una relación íntima y continuada con la madre. En sus inicios con respecto a la teoría del apego, Bowlby subrayó que el vínculo afectivo con la madre responde a un hecho primario que tiene una importante función adaptativa. Bowlby habla de la existencia de diferentes tipos de apego (seguro, evitativo, resistente o ambivalente) y años más tarde Main y Solomon describieron un cuarto tipo denominado “apego desorganizado o desorientado”. Pero de todos ellos, solo “el apego seguro” nos permitirá desarrollarnos social y psicológicamente, modelando e interiorizando conceptos y visiones del mundo que nos rodea, dando paso progresivamente a nuestra autoestima y autoconcepto, así como a nuestra forma de ser, de pensar y por lo tanto de relacionarnos (Delgado & Herranz, 2018).

Según esto, sería en la infancia cuando habitualmente se desarrollan creencias erróneas de que uno es inaceptable para los demás.

Si la necesidad excesiva de aprobación se incrementa, puede hacer que la persona sea muy sensible a la crítica. A menudo resulta difícil “decir no” a las exigencias de los demás, ya que la negativa ante las demandas podría traer aparejada la desaprobación.

¿Existe algún tipo de relación entre la autoestima y tener una elevada necesidad de aprobación?

La autoestima de una persona con necesidad excesiva de aprobación es bastante inestable y depende de las opiniones de los demás. Mientras que la aceptación genera seguridad y un desempeño mejorado, el rechazo quebranta la seguridad y provoca un serio deterioro del desempeño. Esto a menudo provoca que una persona adopte el papel de un niño en relación con amigos y familiares, verificando constantemente para ver si sus decisiones y acciones reciben la aprobación de los demás.

La necesidad excesiva de aprobación a veces puede hacer que una persona atribuya intenciones negativas a las acciones de los demás, aun cuando no exista ninguna razón lógica para hacerlo.

Cuando no se construye adecuadamente la autoestima, seguiremos necesitando de un grado de aceptación y reconocimiento por parte de nuestro entorno social. Si hemos crecido creyendo que sin la aprobación de los otros no somos nada, seguramente habremos desarrollado estrategias y habilidades acordes a esa creencia y nuestra percepción de amenaza y, en consecuencia, nuestra preocupación y nuestras reacciones emocionales serán coherentes con esa forma de entender e interpretar la situación. En la base de esta conducta se encuentran creencias erróneas y un elevado malestar emocional, relacionados con el deseo de agradar a todo el mundo, evitando recibir o hacer críticas para así garantizar el afecto y la completa aceptación.

Peurifoy, en su libro “Anxiety, phobias and panic”, cita algunos ejemplos de autodiscurso que reflejan las creencias que son características de personas con una necesidad excesiva de aprobación:

  • Si alguien que es importante para mí espera que yo haga algo, debería hacerlo.
  • No estoy haciendo bastante, debería hacer más
  • Debería hacer lo que la gente espera que haga
  • No debería ser irritable o desagradable
  • No debería hacer que los demás se enojen conmigo
  • ¿Por qué actué de ese modo? Eso hizo que alguien se enojase.
  • Debería mantener feliz a las personas que amo
  • ¿Por qué no pude ser más amable?
  • Es culpa mía si él /ella se molestó
  • El rechazo es lo peor que puede suceder
  • No puedo ser feliz si no gusto a los demás
  • ¿Por qué no gusto a la gente?
  • No puedo soportar estar solo/a
  • No soy nada a menos que me quieran
  • Es terrible pasar desapercibido
  • Necesito ser comprendido
  • Los demás deberían demostrar agradecimiento por lo que yo hago

¿Cómo podemos tratar de eliminar la necesidad de aprobación excesiva?

A continuación, se describen tres enfoques que aunque pueden parecer sencillos, cada uno de ellos requiere de tiempo y práctica para poder dominarlos:

 

Desarrollar concepciones racionales y realistas de la aprobación y del rechazo. 

Para ello piense: 

  • Que cuando alguien reacciona negativamente hacia usted, a menudo se debe a que esa persona o bien piensa irracionalmente, o bien dirige emociones hacia usted que fueron generadas por un acontecimiento que no tiene que ver con su persona.

El hecho de que no le gustes o no le agrades a una persona no necesariamente se debe a que haya algo mal en ti o a que hayas hecho algo mal. No todo depende de uno mismo, las motivaciones y preferencias de los otros también cuentan en esta ecuación. Recuerde que existen muchas alternativas y explicaciones distintas a las propias y que esta no es más que una muestra de la diversidad de opiniones y enfoques ante una misma situación.

  • Que de acuerdo con el modelo de “persona perfecta”, las creencias perfeccionistas de que el valor viene determinado por el logro y de que todos los errores son terribles, el rechazo es visto como un fracaso. Ante ese tipo de situaciones, trate de pensar que cuando alguien lo rechace, eso no significa que usted sea inútil. Si usted realmente hace algo que es desagradable o irreflexivo, por un lado, trate de separar sus acciones de su valor como persona, así como de adoptar un enfoque de solución de problemas para la situación, pensando en cómo puede corregir el error que cometió e impedir que se repita en el futuro.
  • Que cuando se sienta rechazado, debe tratar de recordar que las emociones son transitorias y que, si bien la desaprobación y la crítica son molestas, se pasarán con rapidez si usted evita el pensamiento distorsionado y trata de distraerse con actividades positivas. Por tanto, si se nota teniendo pensamientos negativos, trate de reconducir su atención hacia otros más positivos.
  • Que a menudo la necesidad excesiva de aprobación genera la tendencia a sobregeneralizar y homogeneizar, a ver la aceptación y la aprobación de los demás como algo esencial. Sabiendo esto, trate de desarrollar la comprensión y la aceptación del hecho de que no necesita la aprobación de todos los que conoce con objeto de llevar una vida feliz y significativa. Recuerde que un rechazo no conduce automáticamente a una serie interminable de rechazos.

 

Aprender a enfocar la crítica de una manera objetiva.

El siguiente enfoque de cuatro pasos es una forma efectiva para tratar la crítica constructivamente.

Paso 1: Utilice autoafirmaciones para salir adelante con el fin de mantener la objetividad y adoptar una actitud solucionadora de problemas. Existen dos tipos de autoafirmaciones:

  • La primera incluye afirmaciones de reconducción que centran su atención y energía en los siguientes tres pasos: “preguntar por detalles, evaluar las críticas y elegir una respuesta”.
  • La segunda serie incluye afirmaciones que identifican y desafían cualquier idea irracional que tenga sobre la crítica o formas de pensamiento distorsionado que utiliza comúnmente cuando es criticado.

Paso 2: Pida detalles. Pida a la persona que le hace la crítica que trate de especificar los comportamientos que él/ella encuentra ofensivos o indeseables. Además, haga que esa persona especifique las acciones que pueden emprenderse para corregir la situación. Tenga en cuenta que, si la otra persona no muestra disposición, la crítica probablemente no sea válida y pueda desecharse.

Paso 3: Evalúe la crítica, así como al crítico. Sea consciente de cualquier tendencia que podría tener a considerar automáticamente a los demás como mejores jueces de sus intereses de lo que es usted. Si hace esto, recuerde que usted sabe más sobre si mismo que cualquier otra persona en el mundo. La opinión de los demás es simplemente información que necesita para evaluar por sí mismo antes de aceptarla o rechazarla.

Paso 4: Escoja una respuesta. Cuando considere que una crítica es válida, las siguientes preguntas le pueden ayudar a decidir qué acción será la más adecuada.

  • ¿Cómo de importante es el comportamiento especificado por la crítica para la persona que la hace y para mí?
  • ¿Cuánto me costará hacer los cambios que especificó la persona?
  • ¿Mejorará realmente la situación si hago estos cambios?
  • ¿Cuáles son las posibilidades de tener éxito si dedico el tiempo y la energía requeridos para hacer estos cambios?

Si decide que responder a la crítica no merece su tiempo y energía, utilice el autodiscurso positivo para ayudarse a aceptar este aspecto de usted mismo.

 

Esforzarse por hacer lo que uno quiere, en lugar de lo que los demás piensan que debería hacer. 

Existen dos formas de restablecer la capacidad de saber lo que uno quiere. Estas formas incluyen primero, evitar tomar decisiones impulsivamente, es decir, posponer las decisiones. Y segundo, en lugar de hacer siempre lo que ha hecho automáticamente, adquiera el hábito de formularse dos preguntas: “¿Qué es lo que realmente quiero hacer en esta situación? y ¿Qué sería lo mejor para mí en esta situación?”

Por otro lado, con el objetivo de identificar lo que realmente quiere, necesita ser capaz de identificar sus emociones con la mayor exactitud posible. Para ello, practique la técnica de identificar sus reacciones emocionales con un lenguaje sencillo. Una vez identificada la emoción que está experimentando, le resultará más sencillo averiguar si su necesidad o deseo se cumple o se ve amenazado. Esta información es esencial para tomar una buena decisión.

 

 

Referencias Bibliográficas

Woolfolk, A. (2010). Motivación para el aprendizaje y la enseñanza. En Psicología Educativa (pp.428-469). Editorial Pearson.

– Delgado Egido, B. & Herranz Ybarra, P. (2018). La formación inicial de los vínculos sociales. En Psicología del Desarrollo I (pp.113-136). Editorial UNED

– Peurifoy, R.Z. (2007). Anxiety, Phobias and Panic. Ediciones Robinbook.

 

 

Itziar García Solano.



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