La evaluación consiste en suministrar un conjunto de entrevistas y pruebas diagnósticas para valorar la situación académica, psicológica y emocional de la persona.
¿Por qué realizar una evaluación psicopedagógica?
Gran parte del tiempo de nuestros niños y adolescentes es pasado en el colegio. Es aquí donde puede que se detecten señales de que existen dificultades en procesos de aprendizaje; en ámbito social, o de comportamiento. En el primer caso, hay que estar atentos a calificaciones bajas o suspensos, notas reiteradas en agenda, acumulación de deberes para casa, baja motivación para ir al colegio o enfrentarse a exámenes o ejercicios… Puede que nuestr@ hij@ pertenezca al grupo de alumnado con necesidades educativas especiales (presentan discapacidad, trastorno de conducta, TDAH, autismo, dislexia, altas capacidades o que tienen una situación de incorporación tardía al sistema educativo, o condiciones personales y de historia personal que emocionalmente o por circunstancias diversas afectan de manera directa al rendimiento escolar. Se detectan gracias a una evaluación psicopedagógica que engloba unas pruebas diagnósticas que determinan el tipo de afectación puede estar interfiriendo en el aprendizaje y correcto seguimiento del curso escolar.
¿Cuándo hacer la evaluación?
Lo ideal es realizar la evaluación psicopedagógica lo más temprano posible. Cuando llegan adolescentes a consulta y se determinan dificultades de aprendizaje vienen con mucha carga a sus espaldas, muy desmotivados y frustrados, ya que han tenido muchas menos oportunidades de éxito y no han sabido hacer las cosas de manera diferente ni entendido por qué les pasa.
Por otra parte, el niño debe ser protegido y atendido cuando necesite ayuda o cuando el adulto detecte que no está siguiendo el ritmo de su naturaleza: la exploración, la alegría, el jugar con otros amigos. Si se observa un niño dando vueltas por el patio, o que nunca participa en clase, tímido, se debe tener en cuenta ya que puede que él por sí solo no sea capaz de pedir ayuda y estén por debajo procesos de ansiedad, miedo, tristeza que no está sabiendo resolver. Estos estados pueden ser causa de aislamiento o éste consecuencia de otros factores. Si se realizan pruebas psicológicas a tiempo el impacto en su personalidad será menor y por tanto más pronta su recuperación.
¿En qué consiste la evaluación?
El proceso de evaluación llevado por el psicólogo infantil consiste en pasar una batería de test, cuyas puntuaciones determinarán en qué centil o con qué probabilidad existe dificultad respecto a lo esperado por su grupo de referencia por edad.
La evaluación siempre consistirá en test que mida la inteligencia general, así como procesos de atención, memoria, razonamiento y funciones ejecutivas. Estas últimas altamente necesarias para la planificación y flexibilidad, organización de ideas y regular el comportamiento. Además, otras pruebas que determinarán si existe ansiedad y/o depresión, ya que a veces estas situaciones están muy relacionadas. Sobretodo si el menor está sufriendo bullying, ya que las situaciones de acoso escolar causan un impacto directo en la personalidad del niño, y son vividas como situaciones traumáticas, derivando en otros procesos psicológicos como la culpabilidad, desesperanza, depresión…
¿Los resultados son fiables?
Estos test y pruebas se pueden suministrar a cualquier edad, ya que los resultados, con fiabilidad del 95%, están agrupados según edad. Además, más allá de las puntuaciones concretas, se tienen en cuenta otros factores que se puedan observar directamente en la evaluación (inquietud, tiempos de concentración, bloqueos…)
También existen pruebas específicas para evaluación psicológica en adultos, que midan los diferentes factores de personalidad y síntomas tales como ansiedad, rumiaciones, pensamientos intrusivos, obsesiones, insomnio…
¿Y después de la evaluación?
Una vez obtenidos los resultados y realizado el informe, se procede a plantear un tratamiento psicológico o psicopedagógico para ayudar al niño/ adolescente a hacer frente a dificultades así como coordinación con el colegio y pautas para la familia, logrando obtener el equilibrio entre todos los factores implicados.
En el caso de los adultos, se plantearían objetivos de trabajo ajustados a la medida de los resultados obtenidos.
Capital psicólogos, psicólogos infantiles en Madrid