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¿Qué es la resiliencia? ¿soy yo resiliente? ¿qué hacer para serlo? ¿se aprende? ¿se hereda? ¿se entrena?

La resiliencia Es la capacidad de las personas  para manejar situaciones difíciles.

Siempre nos hemos preguntado por qué ante situaciones parecidas las personas tenemos diferentes maneras más o menos exitosas de hacerles frente.

La pérdida, ya sea por muerte, por alejamiento o por separación de un ser querido provoca uno de los sentimientos más dolorosos a los que nos exponemos al menos una vez a lo largo de nuestra vida.

Esta pérdida es uno de los mejores ejemplos para explicar RESILIENCIA. La reacción que acompaña a este dolor va desde unas lágrimas reconfortantes, permitiendo la marcha de esa persona y dejando los recuerdos agradables; hasta una reacción mucho más traumática, llegando a padecer una depresión que puede durar años, incluso, en algunas ocasiones con ayuda de medicación psiquiátrica ni siquiera se sobrelleva el duelo.

La diferencia entre estas dos reacciones se llama RESILIENCIA.

¿Que origen tiene la resiliencia? Si hablas con diferentes profesionales, unos dicen que viene de la genética, otros del estilo educativo, de la naturaleza, del problema a tratar, del carácter, de las experiencias vividas a lo largo de su vida… Si me preguntas a mí, te diré que de la interacción de todo lo anterior; pero hay algo que, a mi parecer, incluye unos grados más que todos los demás factores: El modelo aprendido de afrontar problemas, de tus padres o las personas que te cuidaron desde los 6 hasta los 18 años. ¿Podría ser que mis modelos hayan sido tan activos que me ha anulado mis propios recursos de afrontamiento? o ¿mis referentes han sido tan sobreprotectores que no me han enseñado a internalizar técnicas?

Esta claro que, la naturaleza del “problema” que se afronta influye sobremanera sobre su resolución. Si cogemos el ejemplo de la pérdida de un ser querido, y en el supuesto de que mi padres se enfrentraron a la muerte de mis abuelos con cierta naturalidad, ya que, la causa fue la vejez , además el matrimonio formado por mis padres siempre lo he percibido de unión y apoyo. Entonces el sujeto recibirá la realidad de una manera mucho mas natural.

¿Cómo reaccionare ante la pérdida de mi pareja a causa de su infidelidad, por ejemplo?

Os ayudaré a identificar vuestra respuesta:

Teniendo en cuenta que un problema siempre tiene solución, de no ser así, se transforma automáticamente en una realidad; En casos donde si tiene solución pero no es tan buena como deseamos también existe un periodo de adaptación, quiero diferenciar tres modelos ante una conflicto externo.

Modelos de afrontamiento  “Activo-Resolutivo”. Son personas que tienen en su mente única y exclusivamente la  solución del problema, no hay más. Confunde realidad con problema y cuando éste último no es solucionable, no aceptan la realidad. Si emprendo un negocio no me rindo ante las dificultades, sigo insistiendo y por muy mal que fuese económicamente me negaría a cerrarlo pues eso significaría el fracaso de “Yo” como persona.

Modelos de afrontamiento Proceso – Activo: Son personas que tienen en cuenta la solución pero tienen también en cuenta la “NO SOLUCIÓN”. Entrenan y manejan emociones en el propio proceso resolutivo . Llegan a comprender que la solución puede encontrarse en aceptar esa realidad y la solución es darle espacio a los sentimientos que la acompañan.  Por ejemplo, suspendo por cuarta vez mis oposiciones, miro la frustración y estudio cambiar mi proyecto de futuro con pros y contras tomando una decisión desde mis circunstancias.

Modelos de afrontamiento Evitativo: Son personas que directamente no afrontan problemas ni aceptan realidades. La exposición les provoca tal “abrumación” que se apartan. Por ejemplo, esta persona jamás le pediría un aumento a su jefe aunque tuviese la certeza  de necesitarlo.

Estoy segura de qué todos habéis acertado en qué modelo se encuentra la persona resiliente. Efectivamente en el modelo de afrontamiento “proceso-activo”. Os animo a encontraros en esos modelos y responder a la siguiente pregunta.

¿Cómo reaccionaré yo ante la pérdida de mi pareja por su infidelidad?

Os ayudo con posible reacciones:

No podre vivir sin ella, es imposible, me moriré: Modelo de afrontamiento Evitativo.

  • – La olvido desde hoy, tendré la mente ocupada continuamente, me esforzaré en no pensar en él/ella porque no se lo merece: Modelo de afrontamiento Activo-Resolutivo.
  • – Comprendo que he de pasar un duelo, él/ella no se lo merece pero mis sentimientos han de pasar por un período de adaptación a no tener la pareja. Por tanto doy ese espacio al duelo, quizás llore, esté en casa, tenga mal genio (espero y recibo síntomas de duelo), mientras acompaño esos sentimientos intento continuar con mi vida personal, dando prioridad, de momento, al duelo: Modelo de Afrontamiento Proceso-Activo.

 

NO SOY RESILIENTE, QUIERO SERLO ¿QUÉ HAGO?

No soy resiliente y quiero serlo ¿que hago?

1º. ¿Por dónde empezar?
Identifica tu modelo. Lo primero para cambiar algo es estudiarlo, saber  sus puntos débiles y sus puntos fuertes. No te estudies a ti mismo, en primera persona, estudia esa parte tuya que afronta las situaciones. El observador se ha de imaginar al observado como si de otra persona se tratara.

2º. Siempre hacia afuera
Apuntar los problemas en un papel. Sé que muchos de vosotros estáis pensando: ¿apuntar en un papel?…¡qué tontería, vaya solución!… Entonces eres una persona enfocada en la solución (modelo 1). Este paso amigo mío, forma parte de una etapa previa dentro del proceso de resolución en personas justo como tú.

Una de los obstáculos que se encuentran en las personas no resilientes es que mantienen en su cabeza los problemas, sin separarlos, rondando. Esta dificultad hace que se reduzcan de un 50 a un 90% nuestra energía cerebral y con ello nuestra capacidad resolutiva.

3º. ¿Cómo apuntar?
Apunta los problemas y dale grado de dificultad. No metas todos los problemas en el mismo saco. Por ejemplo, Tenemos 3 “problemas”: mi compañero de trabajo se ha enfadado conmigo, mi hijo de 15 años está suspendiendo 3º de la ESO y necesito tiempo libre.

Tenemos 3 grados:

  • “Mi hijo suspende”: Grado 1 (problema grave)
  • “Mi compañero no me habla” : Grado 2 (gravedad media)
  • “Necesito tiempo libre” : Grado 3 (gravedad leve)

 

4º.  Entrenar el grado de gravedad en base a las circunstancias
Las personas resilientes saben perfectamente el grado de gravedad de manera bastante automatizada. Si esta capacidad necesita de entrenamiento, entonces hay que apuntar también las consecuencias  de no solución de cada “dificultad”. No es lo mismo las consecuencias de que mi compañero no me hable de las consecuencias a que mi hijo suspenda sus estudios ¿no crees?

5º. Desde que has empezado a leer este artículo ya has empezado a aprender y eso quiere decir que has comenzado tu entrenamiento a ser más resiilente. El no resiliente tiene en su mente: “LA SOLUCIÓN SI NO, NO VALE”.  El aprendiz de resiliente tiene una filosofía “Muchos pocos es UN MUCHO”

6º.  En el momento que te metas prisa, te etiquetes, te exijas entras en el MODELO 1. Sé consciente, es importante darte cuenta e intenta ser paciente. La persona RESILIENTE se construye, se entrena, necesita un tiempo, acuérdate del lema del resiliente:

“Muchos pocos es MUCHO”


Autor:  María Padilla
Capital Psicólogos Madrid

4 Comments

  • mele mp dice:

    Me a parecido un tema muy interesante … gracias maria

  • miguel dice:

    gracias por la informacion, lo tendre en cuenta. haceis emdr para superar traumas?

  • Maria Padilla dice:

    A ti por tu opinión. Nos ayuda mucho.

  • Maria Padilla dice:

    Hola Miguel. Sí, lo utilizamos. El EMDR es una herramienta muy potente llamada de 3ª generación que está avalada científicamente. Integrada con otras técnicas ofrecen un eficacia al tratamiento que hace unos 15 años no era posible.

    El EMDR es una herramienta para procesar recuerdos o experiencias en el pasado y nos condicionan nuestro sistema de creencias, sensibilidad y maneras de afrontar situaciones en el presente.

    Todos nuestros psicólogos dominan esta herramienta integrada con otras también muy efectivas de tercera generación como Brainsotting, mindfullness e integrada en la Psicología Convencional

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