Mejorar el Rendimiento Escolar.

No quiero estudiar.

Cuánto miedo tienes.

¿Mi hijo tiene bajo rendimiento escolar?

Muy pocas veces el rendimiento escolar se presenta aislado, normalmente va acompañado de falta de madurez, baja autoestima, mal comportamiento, ansiedad o síntomas depresivos en el niño.

El bajo rendimiento puede ser un indicador de que el niño tiene problema , puede ser una alarma de estancamiento emocional.

Hay que tener en cuenta, que no solo el bajo rendimiento escolar puede ser una señal de estancamiento o de problemas en el adolescente. Las notas sobresalientes también puede ser una señal de exigencia, una exigencia que no es propia para su edad e indicador de baja autoestima.

Tanto el bajo rendimiento como un rendimiento especialmente alto, pueden ser unas de las manifestaciones más visibles de que otras áreas más importantes en la vida emocional del menor no funcionan correctamente.

¿Qué es el bajo rendimiento escolar?

El bajo rendimiento escolar es un problema que puede darse en niños y adolescentes. Cuando hablamos de alumnos con bajo rendimiento, nos referimos a aquellos alumnos que presentan una inapetencia o baja motivación a la hora de hacer actividades ya sean escolares o extraescolares. El bajo rendimiento escolar puede ir acompañado de malas notas, pereza, excusas a la hora de realizar sus tareas o baja motivación, entre otras.

¿Mi hijo es vago o tiene problemas de aprendizaje?

Lo más normal es que un niño con malas notas la primer adjudicación es la etiqueta de que es un vago. Este juicio se queda en el autoconcepto del niño afectando a su autoestima académica. Un niño no es vago, tiene problemas de inmadurez, baja autoestima, desmotivación ante los estudios, puede que alguna adicción pero el mal manejo de los adultos nos llevan a hacer un diagnóstico no solo equívoco si no que fortalece el problema de inicio.

¿Por qué puede presentar bajo rendimiento escolar?

Normalmente los niños no tienen la capacidad que tiene un adulto o un adolescente de manifestar cómo se sienten o alguna situación complicada por la que estén pasando que les genere malestar. Es por eso que, ante dificultades emocionales y psicológicas, los niños las manifiestan mediante síntomas, uno de ellos puede ser la baja motivación o el desinterés que puede desembocar en un bajo rendimiento escolar.

¿Cómo trabajarlo?

Cuando nos encontramos con un niño que no quiere estudiar hemos de tener en cuenta varios factores con vistas a solucionar un problema que, de no tratarse, podría ocasionar fracaso escolar y, en último término, el abandono de los estudios.

La desmotivación puede ser causada simplemente por una falta de interés, pero es importante evaluar si detrás de ello existe algún problema de ansiedad u otro tipo de problema.

Es preciso, para encontrar la causa, explorar de una forma rigurosa el contexto para poder verificar qué hay detrás de ese bajo interés hacia el estudio. Para ello habrá que iniciar la evaluación con los padres y/o tutores, con el fin de detectar el problema, así como para concretar con ellos las tareas a llevar a cabo.

Después evaluaremos junto al niño la causa de su desmotivación y le ayudaremos a vencer los obstáculos que le impiden realizar bien su tarea de estudio.