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Alicia Cisneros Álvarez ha escrito para vosotros antes de finalizar sus prácticas en Capital un artículo sobre la tolerancia a la incertidumbre, capacidad tan necesaria en estos  tiempos como muy bien explica a continuación:

En la actualidad, las diversas circunstancias que nos rodean (pandemia, guerras, situación política, económica y social inestable etc.) hacen que nos enfrentamos a elevados niveles de incertidumbre. Ello puede generar gran malestar y angustia.
Pese a ello, esta falta de certeza es algo a lo que nos tenemos que enfrentar a diario puesto que forma parte de nuestras vidas y por lo cual debemos aprender a tolerarla.

Pero ¿qué es exactamente tolerar la incertidumbre?
La tolerancia a la incertidumbre es la capacidad para lidiar con la falta de certeza, actuando sin tener toda la información necesaria, sin saber con precisión el resultado o la seguridad del éxito de las acciones que emprendemos.
Aunque siempre procuramos resolver cualquier problema o encontrar la respuesta a las cuestiones que se nos presentan, lo cierto es que a veces esto se torna misión imposible puesto que algunas soluciones y respuestas llegan sólo con el tiempo y otras, simplemente son imposibles de encontrar.
Esta capacidad nos permite afrontar de manera exitosa las situaciones inciertas y poco claras, que, a menudo, suelen estar presentes en nuestras vidas. Tener la capacidad de tolerar la incertidumbre nos permite adaptarnos mejor y buscar soluciones complejas a problemas complejos, algo que sería difícil de sentirnos abrumados ante el desgaste que implica intentar controlar todo aquello que no podemos.

¿Qué ocurre cuando no tenemos tolerancia a la incertidumbre?
Son muchas las personas a las que les resulta muy difícil tolerar la incertidumbre. Sienten que ésta las supera, les invade la frustración, la angustia e incluso irritabilidad. Asimismo, reaccionan con inquietud, preocupación y malestar cada vez que se enfrentan a un problema.
Esta perspectiva negativa acerca de la incertidumbre se basa en las siguientes falsas creencias:
• “La incertidumbre es peligrosa y es intolerable”.
• “La incertidumbre requiere de nuestra total atención”.
• “El sufrimiento de un evento desafortunado se reduce preocupándose por lo incierto. Además, evita que pasen cosas malas que están fuera de nuestro control”.

La baja tolerancia a la incertidumbre se caracterizaría por:
• Necesidad de controlar y solucionar las situaciones que surgen inesperadamente.
• Necesidad de un cierre cognitivo, esto es, obtener respuestas claras y unívocas,
que proporcionen seguridad sobre las situaciones que nos rodea.
• Genera gran malestar ante la falta de respuestas a un problema.
• Pensamiento rígido y categórico del tipo blanco o negro (no se ajusta a la
realidad).

Por otra parte, existen ciertas conductas que nos permiten identificar si una persona es intolerante o no a la incertidumbre. Alguna de éstas son:
• Buscan la aprobación de los demás, de forma excesiva, con relación a sus decisiones.
• Se niegan a delegar obligaciones o tareas puesto que no confían en que los otros las hagan bien.
• Realizan doble revisión de cualquier actividad que hayan realizado.
• Emplean listas de los pasos a seguir en cualquier actividad que vayan a realizar como medida de control de la incertidumbre.
• Emplean la evitación como medida de reducción del malestar que les generaría enfrentarse a situaciones inciertas.
• Suelen evitar lugares, personas o situaciones que les hagan perder el control.
• Se mantienen hiper ocupadas con la finalidad de no dejar tiempo libre que les haga pensar en las cosas que no pueden controlar en sus vidas.

Relación entre la intolerancia a la incertidumbre y los problemas en la salud mental
La intolerancia a la incertidumbre es parte de la base de muchos problemas de salud mental. Si no sabemos gestionar la incertidumbre se generará un gran malestar.

Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG): Es la tendencia a preocuparse en exceso. Este problema que se extiende a todos los ámbitos de la vida de la persona. La intolerancia a la incertidumbre juega un papel importante en este trastorno.
Cuando una persona con TAG se encuentra frente a una situación incierta, la percibe como aversiva y peligrosa y por ello se convierte en algo que debe evitar a toda costa. Es por eso que ejecuta conductas de evitación, que le permiten escapar del malestar que la ansiedad les genera. Estas conductas pueden resultar muy desadaptativas. Las conductas de evitación suponen un peligro para el ajuste psicológico. Éstas, además de no ayudar a reducir la ansiedad o las preocupaciones, aumentan la intolerancia a la incertidumbre y el malestar que ésta acarrea. Se convierte en un círculo vicioso que no tiene fin.
Igualmente, múltiples estudios han demostrado no sólo su relación con el TAG sino también con el estrés crónico, el trastorno obsesivo compulsivo, el síndrome de burnout, la depresión y las emociones, pensamientos y conductas negativas que vienen emparejados a ella.
Asimismo, en la actualidad, la pandemia por COVID-19 representa una situación incierta sin precedentes. Las personas han experimentado cambios determinantes en sus estilos de vida y en la forma en cómo se relacionan con los demás. Esta incertidumbre parece ser una nueva condición de vida que está afectando notablemente la salud mental, aumentando los síntomas de ansiedad y depresión de forma considerable en la población general.

Aprender a tolerar la incertidumbre
Para mejorar nuestros niveles de tolerancia a la incertidumbre te presentamos algunos consejos que te pueden ayudar:
• Realiza una lista de tus conductas. Aprende a identificar los momentos en
que te sientes ansioso y las actitudes y comportamientos que tienes cuando esto pasa. Hacer esta lista te facilitará reconocer estas conductas para poder modificarlas.
• Escribe un diario en el que describas las situaciones que te causaron incertidumbre, lo que hiciste y lo que dejaste de hacer. Esto te permitirá expresar aquellos sentimientos y pensamientos ocultos, que te pueden estar
causando daño.
• Aprende a enfrentar la incertidumbre: Las conductas de evitación sólo alivian momentáneamente el malestar y la ansiedad. Debemos exponernos a situaciones de incertidumbre, no evitarlas. Ésta es la forma más eficaz de aprender a tolerarla, pues enfrentándote a ella reduces el nivel de ansiedad que ésta genera. Empieza con las situaciones más sencillas y aumenta el nivel conforme aumente tu confianza.
• Deja de buscar la certeza: La idea principal en la que debemos centrarnos es que es imposible mantener un férreo control de todo lo que ocurre a nuestro alrededor, por lo tanto, debemos asumir que la certeza y el control absolutos no existen.

 

 

Alicia Cisneros Álvarez

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