¿CÓMO CURAR LA HIPOCONDRÍA?
¿Has tenido alguna vez un miedo intenso por estar convencido de que padeces una enfermedad y tienes que estar pendiente por sino te enterases a pesar de no tener ninguna prueba médica en la que apoyarte?
¿Miedo intenso a que los médicos no sepan ver que te pasa algo?
¿Crees que lo que te pasa va a derivar en algo que no se puede curar?
Si padeces este tipo de miedos, seguramente te resultaran muy familiares estas preguntas.
Suele ir acompañada esta problemática de un estado de vigilancia a los posibles síntomas que conllevan enfermedades. Se asocia a un miedo intenso al malestar, al sufrimiento y a la muerte.
A veces se asocia a visitas frecuentes al médico o por el contrario a la evitación de ir a este.
¿Qué es la hipocondría?
Es un trastorno que se caracteriza por un intenso miedo a padecer una enfermedad grave, o la creencia de que ya se tiene, por identificar señales subjetivas corporales como altamente peligrosas.
Suele estar acompañadas de conductas de chequeo, donde tratan de localizar el daño, y conductas asociadas a reducir esta preocupación como buscar en internet que puede ser lo que tienen, o ir al médico.
Aunque normalmente a corto plazo se pueden quedar tranquilos por ir al médico, desconfían de estos, y suelen repetir las consultas con los mismos u otros profesionales buscando una respuesta segura que les de calma, y a veces prefieren no hacerlo e intentar ignorar el miedo que les genera la duda.

¿Cuál es la diferencia entre hipocondría y estar preocupado por la salud?
Tenemos una responsabilidad sana por nuestra salud cuando consultamos con un especialista por síntomas o dolores que nos alertan de que algo no va bien, cuando o son muy intensos o no se pasan en un plazo razonable de tiempo, llevando además a cabo normalmente algún tipo de cuidado casero como ponernos hielo cuando nos hemos dado un golpe en la rodilla por ejemplo.
Si uno no tiene este padecimiento suele calmarnos el criterio profesional sobre todo cuando nos dan una explicación lógica de lo que nos pasa. Se tolera la incertidumbre relacionada con la salud, porque se tiene confianza en que se sabrá detectar las señales de daño sin necesidad de estar pendiente, al contrario de lo que ocurre en la hipocondría donde la necesidad de control hace que estas personas no confíen en los procesos naturales que tenemos para detectar las dolencias.

















