Cuando el exceso de timidez se convierte en un problema
Siempre me he considerado invisible los demás, como desparecido. Las pocas veces que he hablado no me han escuchado o prestado atención. Y si hablo me tenso. Me cuesta conectar con la gente y en según qué situaciones quiero escapar y en otras desaparecer. Así se sienten las personas que sufren de un problema de timidez.
Una persona tímida sufre por aislamiento y limitación de la vida social. Pese que la timidez no es considerada una patología a menos que se lleve al extremo y el paciente evite activamente situaciones sociales, esto puede llegar a generar crisis de ansiedad, en estos casos se habla de presentar una fobia social.
¿Qué es exacmente la timidez?
Es un rasgo de personalidad que forma parte del constructo de la introversión. Dependiendo del grado de timidez la inseguridad, la autoestima, la confianza en uno mismo se verán afectadas con lo cual ya estamos hablando de un problema serio a tratar.

Diferencia entre timidez y fobia social
La diferencia radica en su grado. Mientras que la timidez no se considera un problema a priori, pues las personas que lo tienen pueden relacionarse con cierta naturalidad (con sus limitaciones), una persona con fobia social evita compulsivamente toda exposición a la vida social, cambios fisiológicos como el sonrojarse o la sudación en las manos, taquicardia y la mayoría de las veces bloqueos.
La fobia social es un trastorno que afecta seriamente la calidad de vida del paciente.




