¿Por qué la psicología SÍ es una ciencia y cómo ha avanzado hoy en día?

La psicología es una disciplina científica independiente desde finales del siglo XIX. A partir de las investigaciones del médico  Wilhelm Wundt considerado el “padre de la psicología científica”, Wundt fundó el primer laboratorio de psicología experimental en Leipzig, Alemania, en 1879, dando así origen al inicio formal de la psicología como ciencia.

¿La psicología es una ciencia?

Lo principal para que cualquier disciplina se considere científica es que base su investigación y su forma de proceder en el método científico, forma de proceder basada en los pilares de reproducibilidad (resultados replicables por otros investigadores) y refutabilidad (que estos resultados puedan ser refutados en el caso de ser incorrectos).

Por tanto, la psicología es una ciencia porque:

1. Toda aquella disciplina que utilice el método científico es una Ciencia y la Psicología utiliza el método científico como forma de aproximación al estudio del ser humano: sus pensamientos, sus sentimientos, sus comportamientos, su forma de relacionarse, cómo se construye su personalidad…
2. El método científico, es un método complejo, constituido por unos determinados pasos consensuados aprobados por toda la comunidad científica; estos pasos garantizan que las conclusiones extraídas son producto de investigaciones que cumplen: comprobaciones repetidas, contrastación con otros casos, constatación de datos, experimentos en entornos naturales  y/o entornos  controlados cuyo objetivo es ampliar conocimientos sobre la materia investigada. En nuestro campo, ampliar conocimientos sobre el ser humano personas como tú y como yo.

¿Es la Psicología un Ciencia Exacta?

La respuesta es NO. La única ciencia exacta que hay son las Matemáticas.

Todas, absolutamente todas las demás: la Física, la Química, la Medicina, cualquier Ingeniería, la Psicología… son Ciencias, pero no Exactas. Eso sí, la Psicología utiliza las matemáticas como herramienta habitual en sus investigaciones.

La creencia más común, que hoy día sigue disfrazada bajo un aparente pensamiento lógico, es la afirmación de que la Psicología no es una Ciencia, de hecho, se toma como verdad la opinión de un cura confesor, un amigo u otro familiar, el peluquero, taxista…  y se niega la función del psicólogo porque nos basamos en la creencia errónea de que un psicólogo te escuchará y dará consejos en el mismo nivel que un familiar o amigo.

Admitimos, tristemente que a veces, los mismos profesionales, no actualizados, no formados por diferentes escuelas, no inquietos y sí conformistas, no supervisados en sus primeros años de trabajo clínico, han fortalecido esa creencia  o ese falso pensamiento lógico que consecuentemente lleva a la afirmación equivocada de que la Psicología no es una Ciencia.

¿Qué avances han fortalecido y reforzado la realidad de que la psicología es una ciencia?

Hace 20 años, estos errores de pensamiento sobre la Psicología eran comunes debido a la falta de avances importantes en el ámbito de la medicina, situación que ha cambiado drásticamente en los últimos 10 años.

Investigación de la Universidad de Kioto

Por ejemplo, un equipo de investigadores de la Universidad de Kioto, han localizado en un área del cerebro, la sensación de confianza en uno mismo, lo que se conoce comúnmente como autoestima.

Los aparatos de  Resonancia Magnética facilitaron esta labor: El experimento de Kioto se basaba en  provocar diferentes estados de ánimo en el cerebro y observar qué zonas se activaban. Su análisis, publicado en «Scientific Reports» revelaron que las personas con más cantidad de sustancia gris en la zona cerebral llamada «precuneo» vivían con más intensidad la felicidad y tenían más capacidad para encontrar el sentido a sus vidas.

Tomografías cerebrales

Otro ejemplo de avances son las tomografías cerebrales, a día de hoy se cuenta con numerosos estudios que nos descubren los cambios del cerebro antes y después de una terapia de tercera generación (las terapias “de siempre” integradas a nuevas técnicas de estimulación cerebral utilizadas, hoy día, como uno herramienta habitual del psicólogo).

En estas investigaciones se observa como la sustancia blanca en el cerebro (mielina)  es menos abundante al principio de la terapia y de forma progresiva  va aumentando la cantidad y consecuentemente el número de conexiones entre las células del cerebro (neuronas) lo que se traduce en un mejor afrontamiento de situaciones donde antes había bloqueo: estrés, ansiedad, depresión, obsesión y otros síntomas incómodos y molestos.

Estos son solo algunos ejemplos del nivel de conocimiento actual sobre el estudio del cerebro humano, conocimiento que se ve incrementado día a día por miles de investigadores en todo el mundo.

A día de hoy se sabe también que hay problemas que son inviables que uno mismo los solucione, al mismo nivel que una persona no puede hacerse una operación de prótesis de cadera. Se comprende que la persona no es menos válida por ello. Las heridas del alma están localizadas en estructuras del cuerpo. Las terapias profundas se consideran operaciones a corazón abierto sin anestesia.

Afortunadamente, cada vez más, se accede con más facilidad a información en torno a la verdadera naturaleza de nuestra disciplina y a su aportación tan beneficiosa a la mejora de capacidades y recursos de nuestro cerebro.

La Psicología hoy en día

Antiguamente, había más personas reticentes de ir al psicólogo sobre todo por desconocimiento y creencias erróneas de que el psicólogo se basaría en opiniones y consejos. Hoy se sabe, que la persona que acude al psicólogo ni es tonto, ni está loco, simplemente es porque su cerebro da respuesta de ansiedad y bloqueo ante ciertas situaciones.

Las estructuras implicadas en el desarrollo de la personalidad, (neocortex, isocortex, allocortex, médula espinal bulbo raquídeo, amígdala…) están de alguna manera bloqueadas. afectando a nuestra personalidad, limitando la eficacia en el repertorio de afrontamiento de la persona.

A día de hoy se sabe también que hay problemas que son imposibles de solucionar por uno mismo, igual  que una persona no puede hacerse una operación de prótesis de cadera a ella misma y se comprende que la persona no es menos válida por ello. Las heridas del alma están localizadas en estructuras del cuerpo. Las terapias profundas se consideran operaciones a corazón abierto sin anestesia.

Afortunadamente, cada vez se accede con más facilidad a información en torno a la verdadera naturaleza de nuestra disciplina y a su aportación tan beneficiosa a la mejora de capacidades y recursos de nuestro cerebro.

Autor:  María Padilla
Psicólogos en Madrid